Estudio de los riesgos sanitarios para las aves acuáticas asociados con el abastecimiento de las Tablas de Daimiel y otros humedales manchegos con aguas residuales urbanas tratadas
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Date
2013Author
MartÍnez Ruiz, C.
Mateo, Rafael
Anza, Ibone
Chicote Diaz, Alvaro
Diaz Sanchez, Sandra
Vidal Roig, Mª Dolors
Gosalvez Rey, Rafael Ubaldo
Florin Beltran, Maximo
Sanchez Prieto, Sergio
Laguna Mora, Celia
Metadata
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La escasez de agua en la cuenca alta del río Guadiana ha hecho que se valore el uso de de las aguas residuales depuradas para la conservación de la biodiversidad de humedales como Las Tablas de Daimiel. En este trabajo hemos abordado el estudio de: (1) el riesgo que suponen las aguas residuales para aumentar la presencia de enteropatógenos en el medio y en las aves; (2) las condiciones ambientales que favorecen la presencia de Clostridium botulinum en el medio y la aparición de brotes de botulismo, incluyendo estudios experimentales y de campo; y (3) el papel de los invertebrados acuáticos, los dípteros necrófagos y las propias aves en la expansión los brotes de botulismo. La presencia de Escherichia coli patogénica aviar (APEC), Clostridium perfringens tipo A y C. botulinum tipo C/D ha sido generalmente mayor en muestras de agua, sedimento y heces de aves de las lagunas que reciben directamente aguas residuales (Navaseca y Veguilla) respecto a las Tablas de Daimiel. La aparición de un brote de botulismo en Navaseca en verano de 2010 estuvo asociado con una bajada del potencial redox, clorofila y sulfatos en el agua, de la DBO5 en sedimento y con un aumento del carbono inorgánico en el medio. Las condiciones de anoxia generadas, posiblemente asociadas con una proliferación de Lemna en la laguna, favorecieron la proliferación de C. botulinum. En muestreos previos a brotes de botulismo la mayor presencia de C. botulinum fue detectada en heces de aves, para después ser detectada en muestras de sedimento, agua, gasterópodos acuáticos, invertebrados acuáticos, moscas necrófagas y sus larvas. La muerte por cualquier motivo (p.e. infecciones por enterobacterias) de aves acuáticas con C. botulinum en su tracto digestivo actuaría como detonante de los brotes al servir el cadáver como medio de crecimiento de la bacteria y proliferación de larvas de mosca acumuladoras de toxina que pueden ser ingeridas por otras aves. Además se ha comprobado experimentalmente que las moscas son capaces de transportar C. botulinum a cadáveres exentos previamente de la bacteria, dando lugar así a larvas tóxicas que pueden iniciar el ciclo cadáver-larva-ave que magnifica los brotes de botulismo. Las aves afectadas por botulismo pueden excretar C. botulinum más de 2 semanas después del ingreso en los centros de recuperación para su tratamiento, por lo que el papel de las aves en la dispersión de la bacteria durante los brotes puede ser importante. En conclusión, los humedales abastecidos con aguas residuales podrían actuar como trampas ecológicas para las aves acuáticas por el riesgo de exposición a enteropatógenos y brotes de botulismo.